Congelamos las frambuesas de la misma manera que las fresas, aunque lo más recomendable es congelarlas trituradas hasta convertirlas en pulpa y utilizarlas después para hacer mousse o mermelada.
¿El sabor de las dulces y jugosas frambuesas a finales de otoño o en pleno invierno, cuando afuera hay nieve?
¡¿Por qué no?!
Congelar puede ser de ayuda. Descubre cómo congelar las frambuesas para que estén en el mejor estado posible cuando se descongelen.
La congelación de frutas y verduras se considera desde hace tiempo una de las mejores formas de conservar el aspecto, el color y el sabor de los productos de temporada. Las bajas temperaturas reducen la actividad de las enzimas responsables del deterioro de las frutas y verduras, y los microorganismos no pueden multiplicarse por debajo de los 0 grados centígrados.
Primero tienes que aprender a preparar correctamente las frambuesas para congelarlas.
Preparación de las frambuesas para la congelación
En primer lugar, las frambuesas destinadas a la congelación deben pasar por una selección bastante rigurosa.
De este modo, descartamos todo lo que está podrido, magullado,
descompuesto o enmohecido. En el caso de las frambuesas, tiene una gran importancia, ya que se estropean muy rápido.
Además, hay que apartar las piezas con gusanos.
La mejor manera de congelar las frambuesas es con la mayor frescura posible; aunque la baja temperatura prolonga la vida útil del alimento, no mejora su calidad.
Una vez elegidas las mejores y más bonitas piezas, hay que lavarlas muy bien. No sé si lo sabes, pero las bajas temperaturas no matan las bacterias y los gérmenes. Entran en hibernación y su número apenas disminuye, incluso después de meses de congelación a -18 grados. Así que hay que deshacerse de ellos mecánicamente, lavando la fruta con agua corriente.
Una vez lavadas las frambuesas, hay que secarlas con mucho cuidado. Un trozo de papel de cocina es ideal para esto, ya que absorbe muy bien la humedad.
Nunca conseguirás secarlas al cero, pero cuanto menos agua quede en las frambuesas, mejor. La fruta húmeda se cubrirá de una capa de hielo, que desfigurará las frambuesas al descongelarse y las hará aptas solamente para la compota o la mermelada. Como alternativa, puedes prepararlas en forma de mousse caliente.
Si quieres añadirlas en trozos, por ejemplo, al yogur o al helado, asegúrate de eliminar el agua con mucho cuidado y meticulosamente antes de congelarlas.
Otra desventaja de congelar las frambuesas húmedas es que tardarán más tiempo en congelarse y de forma menos uniforme, por lo que es probable que se amontonen en grumos más grandes. Así, no podrás separarlas unas de otras, por lo que acabarás con una papilla de frambuesas en la olla.
Si quieres asegurarte de que no se peguen entre sí, puedes colocar la fruta sobre una tabla de cortar (puede ser una de madera).
Cómo congelar las frambuesas de forma correcta
Para empezar, asegúrate de congelar la primera tanda de frambuesas en una tabla, separadas unas de otras. Al cabo de unas horas de congelación, puedes sacarlos del congelador y ponerlos en una bolsa o recipiente. Así tienes la garantía de que no se te pegarán (una vez congelados).
Según el tamaño de tu congelador y el espacio que tengas en él, puedes elegir diferentes recipientes para congelar. Si eres un fanático del residuo cero, los envases de plástico de helado, de yogur natural o de margarina son estupendos para congelar frambuesas.
Sin embargo, son las bolsas (sobre todo las de sellado hermético) las que ofrecen una mejor visión de los alimentos congelados y de su colocación idónea en los cajones del congelador.
Ten en cuenta que las frambuesas muy comprimidas pierden rápidamente su forma y pueden tener un aspecto poco apetecible cuando se descongelan. Por eso es importante informarse sobre cómo congelar las frambuesas.
Antes de meter las frambuesas ya preparadas en el congelador, puedes enfriarlas un rato en la nevera.
Y recuerda lo más importante…
Si hay un corte de luz prolongado o un apagón y las existencias se descongelan, en ningún caso hay que volver a congelarlas.
Descongelar frambuesas paso a paso
Las frambuesas congeladas adecuadamente pueden conservarse hasta 12 meses.
Intenta utilizarlas durante este año, aunque yo mismo veo que conservo algunos alimentos congelados durante mucho más tiempo (y siguen siendo comestibles). Sin embargo, lo importante es el propio proceso de descongelación.
Recuerda que cuanto más lento sea el proceso de descongelación, más sabrosa será la fruta.
La verdad es que merece la pena sacarlos del congelador con antelación y ponerlos en el estante más bajo de la nevera. Sobre todo en el caso de frutas tan delicadas como las frambuesas.
Para decorar helados o postres, puedes incluso poner frambuesas congeladas, que se descongelarán directamente sobre el postre en pocos minutos. Además, pueden enfriar, por ejemplo, el vino (funcionan perfectamente en lugar de los cubitos de hielo).
Lo menos aconsejable es descongelar las frambuesas en el microondas: este método provoca una importante pérdida de vitaminas y minerales, lo que nos priva del beneficio saludable de comer frambuesas.